El paso del tiempo, el contacto continuado y la humedad son factores que facilitan el deterioro del grifo. La aparición de óxido puede ser realmente desagradable y poco estético. Existen diferentes maneras poder eliminar el óxido. Podremos optar por métodos caseros menos dañinos y sin peligro para la persona que vaya a realizarlos, o químicos.
En este caso utilizaremos productos que podemos encontrar fácilmente por casa como, por ejemplo, el limón y bicarbonato. Para realizar este truco, sigue estos sencillos pasos y observa la diferencia al instante. Mezclaremos dos cucharadas de bicarbonato y el zumo de medio limón, hasta formar una pasta con la que cubriremos las manchas de óxido.
Esparce bien el bicarbonato y limón en el grifo. Deja reposar durante 10 minutos para que haga efecto la mezcla. Posteriormente frotaremos con la ayuda de un papel de lija o un cepillo de dientes para no dañar demasiado la superficie. Limpia con un trapo de microfibra y listo.
Para evitar que se forme óxido en la grifería, es muy importante limpiar a fondo los sanitarios después de utilizarlos. Por ejemplo, tras ducharnos o bañarnos deberemos secar por completo con la ayuda de una toalla todas las gotas que hayan quedado en los grifos para evitar que la humedad oxide la superficie metálica.
La limpieza y el mantenimiento periódico nos ayudarán a que la superficie del grifo se vea en perfectas condiciones siempre, cuidada y brillante, evitando la oxidación. (con información de Fontanero Granada)