El huevo es un ‘superalimento’ que debe estar presentes en nuestra dieta por su alto contenido de proteínas, así como vitaminas o calcio. Existen diferentes maneras de consumir este noble producto y una de ellas cocinarlo para comerlo con un poco de sal o bien añadirlo a una ensalada.
Durante ese tiempo de cocción, es muy posible que se rompa y pierda algo de su contenido. Ante esto, y para evitar que esto te ocurra, existe un truco infalible y es agregar un poco de vinagre.
Este producto acelerará la coagulación de las proteínas del huevo y sellará la cáscara con su propio contenido, de forma que la clara no se escape por las rajaduras, que no se ablande ni mucho menos cambie el sabor. Si colocaste un litro de agua para cocer los huevos, debes verter 20 ml de vinagre, es decir, poco más de una cuchara sopera.
El contenido comestible del huevo lo forman la clara, que contiene principalmente agua y proteínas (la principal es la albúmina) y la yema, compuesta por agua, proteína y lípidos. Su riqueza proteica es alta y sus proteínas son de gran calidad nutritiva (esto quiere decir que el índice de utilización proteica de esa proteína por parte del organismo es alto).
Aporta una amplia gama de vitaminas (A, B2, Biotina, B12, D, E y K ) y minerales (fósforo, selenio, hierro, yodo y zinc). La biotina que contiene ayuda a proteger la piel y a mantener las funciones corporales y la riboflavina es importante para el crecimiento corporal y los glóbulos rojos. La vitamina K interviene en la coagulación sanguínea.