Los mocos y las flemas que a menudo aparecen cuando estás enfermo pueden no ser tan perjudiciales como comúnmente se piensa. De hecho, eliminarlos de tu cuerpo podría tener consecuencias negativas al permitir que los microbios permanezcan en tu organismo durante más tiempo.
Muchas personas creen que expulsar las flemas y los mocos de la nariz es beneficioso para acelerar la recuperación de una enfermedad. Sin embargo, en realidad, esta acción facilita la entrada de más microorganismos dañinos.
Entonces, ¿por qué no debes eliminar los mocos y las flemas cuando estás enfermo? Estas secreciones contribuyen al sistema de defensa de tu cuerpo contra la infección que estás experimentando. Si los sacas, puedes pensar que te estás deshaciendo de ellos eficazmente, pero en realidad, esto resulta contraproducente.
El Dr. Nish Manek, profesor de la Facultad de Medicina de Oxford, respalda esta idea al afirmar que los mocos y las flemas no son sustancias perjudiciales para la salud. Más bien, funcionan como una interfaz entre tu cuerpo y el mundo exterior, creando una capa protectora que atrapa virus, bacterias y células que luego interactúan con el sistema inmunológico.
Eliminar los mocos puede dar lugar a problemas como la propagación de gérmenes, lesiones en la nariz e irritación de la garganta. Para aliviar las molestias causadas por los mocos y las flemas, se recomienda mantener la humedad en la habitación, hacer gárgaras con agua y sal si el problema persiste, y mantenerse bien hidratado, en lugar de intentar eliminar estas secreciones de manera activa.