Seguramente en tu alacena tienes alguna sartén rayada que, aunque ya deberías cambiar, sigues usándolos. La mala noticia es que esto puede ser muy peligroso para tu salud, ya que un estudio publicado por Science of The Total Environment comprobó que un solo rasguño en los sartenes libera miles de partículas.
Estos artefactos tienen una cobertura de teflón para impedir que se peguen los alimentos, sin embargo, con el uso es común que empiecen a hacerse rasguños. Los investigadores observaron a microescala, que se liberan en promedio 2,3 millones de microplásticos y nanoplásticos a partir del recubrimiento roto.
Ante esto, la doctora Poonam Desai de la Universidad de California, aseguró que esos "millones de microplásticos en nuestros alimentos pueden provocar desequilibrios hormonales, problemas de fertilidad e incluso aumentar el riesgo de cáncer. Entonces, si mi sartén es antiadherente o de cerámica, y está rayada o desconchada, normalmente la boto a la basura”.
¿Cuándo debes cambiar tus sartenes? De acuerdo con el portal Consumer, el deterioro puede ocurrir por diversos factores, entre los que se incluyen: Un empleo inadecuado, usar utensilios de metal sobre ellos, lavar con fibras o zacates rasposos y desgaste por el uso, entonces cuando la veas dañada es mejor comprar una nueva.
También cuando perdieron su forma, ya que eso causa inestabilidad y puede resultar peligroso por el riesgo de quemaduras. Aunque las sartenes de cerámica pura suelen ser una alternativa más segura, Desai agregó que si están rayadas, de todas formas puede filtrarse la capa de aluminio que tienen a nuestros alimentos y, por tanto, enfermarnos.