Las tapitas de refrescos están hechas de plástico PET (Polietileno de Tereftalato), este plástico es uno de los mayores contribuyentes a la acumulación de residuos sólidos en nuestro planeta, representando más del 12% del total. Esta cifra subraya la importancia del reciclaje del plástico para contrarrestar la creciente contaminación ambiental.
Las tapitas de plástico se recolectan y se venden a empresas especializadas en reciclaje, aquí son molidas y se reutilizan el plástico PET para fabricar una amplia gama de productos nuevos. Desde baldes y cajas de herramientas hasta broches, cajitas para DVD, espejos retrovisores y tazas para autos, el plástico reciclado se convierte en materia prima valiosa para muchas industrias. Además, al reciclar tapitas, se reduce la necesidad de utilizar petróleo en la producción de estos elementos.
En la Ciudad de Buenos Aires hay un gran ejemplo de reciclaje de tapitas de plástico, aquí se utilizó plástico reciclado para rellenar postes de luz, reduciendo el uso de concreto en un 20% y prolongando la vida útil de estos postes. Una vez que estos postes ya no son necesarios, el plástico puede volver a reciclarse, creando un ciclo sostenible.
Por otra parte, uno de los productos más notables derivados de este proceso es la "madera plástica", que se emplea en la fabricación de bancos y mesas en plazas y estaciones públicas. Además, también se han realizado garitas de colectivo y puentes en lagunas utilizando este material, demostrando su gran capacidad y resistencia.
Para contribuir al reciclaje de estas tapitas, se recomienda separarlas por color, ya que esto facilita su procesamiento y aumenta su valor en el mercado. Además, es importante evitar guardarlas en bolsas de plástico y, en su lugar, utilizar cajas para simplificar el proceso de selección. Sin embargo, si eres una persona creativa puedes realizar un sinfín de manualidades como macetas, y cestos de basura.