Desde hace siglos las fresas son reconocidas por sus increíbles beneficios para la salud, mejoran la digestión, previenen enfermedades cardiovasculares, y además ayudan a levantar el ánimo. A menudo pasamos por alto los pequeños puntitos en la superficie de las fresas, creyendo erróneamente que son semillas, similar a las pepitas en la sandía.
Ahora sabes que no son semillas los puntitos que tienen, en realidad son el fruto en sí. Cada uno de estos pequeños puntos contiene una semilla en su interior. En realidad, los puntitos en las fresas no son semillas, sino el fruto de la planta en sí.
Las fresas pertenecen a un género de la familia Rosáceas, que también incluye a las moras y las frambuesas. Las fresas son el tejido hinchado que sostiene la fruta en su superficie. Las fresas no pueden ser clasificadas como bayas debido a su estructura interna y la forma en que se desarrollan, esta revelación puede resultar sorprendente para quienes creían que los puntitos de las fresas eran semillas.
Si eres una gran amante de las fresas, te recomendamos que para que disfrutes de fresas frescas y sabrosas, elige aquellas que sean brillantes, con piel uniforme y un color rojo intenso cuando las compres en la tienda. Evita las cajas con múltiples capas de fresas y los envases opacos que dificultan la inspección del interior porque en su interior puede haber fresas que este putrefactas.
Otro dato muy valioso es que, si deseas conservar tus fresas por más tiempo en casa, puedes sumergirlas en una solución de agua y vinagre. Lava las fresas y luego sumérgelas en una mezcla compuesta por 10 partes de agua y una parte de vinagre durante 10 minutos. Escúrrelas y sécalas con cuidado antes de almacenarlas en un recipiente de vidrio en la nevera, evitando amontonarlas. Este sencillo truco te ayudará a mantener tus fresas frescas durante más tiempo.