El misterio que rodea a las semillas de manzana y su supuesta toxicidad ha llevado a debates sobre si consumirlas es peligroso. A pesar de su popularidad, las advertencias sobre los riesgos potenciales de ingerir estas semillas han llevado a muchas personas a evitarlas. En este artículo, exploraremos con más detalle la veracidad detrás de esta preocupación y explicaremos por qué existe cierta precaución en relación con las semillas de manzana.
Las manzanas son frutos que gozan de un lugar especial en la preferencia de muchas personas, debido a su delicioso sabor. Sin embargo, se ha señalado que las semillas contenidas en su núcleo son el centro de atención en términos de toxicidad potencial. Estas semillas contienen un compuesto llamado amigdalina, que es considerado toxigénico, lo que significa que puede dar lugar a la producción de una toxina. Este compuesto es parte de un grupo de compuestos vegetales conocidos como glucósidos cianogénicos.
Los glucósidos cianogénicos son compuestos vegetales que tienen una función de defensa química en el reino vegetal. Se almacenan en las células de las semillas y, cuando estas se rompen, se liberan y entran en contacto con enzimas que desencadenan la liberación de cianuro de hidrógeno, una sustancia altamente venenosa. Este proceso tiene como objetivo proteger a la planta de los herbívoros que puedan querer consumir las semillas.
A pesar de la presencia de amigdalina en las semillas de manzana, la cantidad de este compuesto es bastante baja. Esto significa que, en la mayoría de los casos, la liberación de cianuro de hidrógeno es insignificante y no causa daño significativo. Se estima que una dosis letal para los humanos de cianuro de hidrógeno puede oscilar entre 50 y 300 mg. Las semillas de manzana tienen el potencial de liberar alrededor de 0.6 mg de cianuro de hidrógeno por gramo. Consumir las semillas de una manzana (generalmente contienen entre 5 y 6 semillas) rara vez resultaría en una cantidad suficiente de cianuro como para ser perjudicial.
Las semillas de manzana contienen amigdalina y tienen el potencial de liberar cianuro de hidrógeno en dosis mínimas cuando se rompen. Sin embargo, la cantidad de cianuro liberada es tan baja que es poco probable que cause daño al consumir las semillas de una sola manzana. A menos que alguien ingiera grandes cantidades de semillas de manera repetida, los riesgos de intoxicación por cianuro debido al consumo ocasional de semillas de manzana son muy bajos. Si bien es importante ser consciente de la presencia de amigdalina en las semillas, no es necesario preocuparse excesivamente por su toxicidad cuando se consumen con moderación.