El colágeno es una proteína esencial para el cuerpo humano, ya que proporciona estructura a la piel y fortalece los huesos. En los últimos años, los suplementos de colágeno han ganado popularidad, siendo la que brinda a la piel luminosidad, elasticidad y firmeza. Sin embargo, con el envejecimiento, se disminuye su producción o se desgasta.
Resulta muy necesario el consumo de algunos alimentos que le brinden al organismo las cantidades necesarias para suplir su deficiencia de colágeno. Existen algunos mitos sobre la edad exacta en la que se deja de producir esta proteína y aunque muchos creen que es a los 25 años, expertos coinciden que, si bien disminuye la producción, no se detiene del todo.
La proteína hace la función de adhesivo en todo el cuerpo, por lo que ejerce un papel vital en la absorción de nutrientes. El colágeno en el cuerpo humano, brinda fortaleza y buena unión a todos los tejidos y articulaciones. Aparte de los beneficios que tiene para la piel, tendones, músculos, y huesos; ayuda a la movilidad y elasticidad de movimientos, y así se evitan daños o dolores.
Las proteínas son esenciales para la formación y reparación de tejidos, incluyendo los huesos y los dientes. El pollo es una gran fuente de proteínas, que proporciona los aminoácidos necesarios para la síntesis de colágeno, una proteína estructural clave presente en el sistema óseo. Estas desempeñan un papel esencial en el metabolismo óseo y la formación de glóbulos rojos, que transportan oxígeno a los tejidos óseos y dentales.
El pollo es muy versátil, por lo que es posible realizar una variedad de preparaciones que complementen una dieta saludable. Se puede usar en ensaladas, gratinado, frito, cocinado, entre otras recetas. Se recomienda nunca consumirlo crudo. Una de las formas en las que se puede aprovechar sus beneficios y aporte de colágeno mediante la utilización de la piel o el consumo de la patas, ricos en esta proteína.
Se estima que tres o cuatro patas de pollo, equivalen a unos 100 gramos, se pueden encontrar alrededor de 17 gramos de colágeno, de los cuales el 70 % corresponde a proteína. Es importante moderar el consumo de patas de pollo, debido a su contenido de grasa. Se recomienda incorporarlas puntualmente en la dieta y no consumirlas en exceso.