Las puertas y ventanas se suelen llenar de óxido por varios motivos. Esta problemática, centrada en espacios exteriores, suele ser una de las más importantes que padecen estos objetos del hogar. A pesar de que no debería haber mayor problema si esto condujera a una dificultad estética, el daño no se reduce solo a eso.
El óxido en exceso podría hacer que las piezas se debiliten y terminen consumiendo de a poco hasta no funcionar como deberían. Por eso es importante entender por qué se producen y luchar contra ellos. Para empezar, la oxidación en superficies como el acero es el resultado de una reacción electroquímica que se produce cuando el agua entra en contacto con el material, principalmente con el hierro en aleación.
De esa forma, cuando las partículas de hierro están expuestas al oxígeno del ambiente y el agua se oxidan, lo que forma el "hierro oxidado (Fe) y moléculas conocidas como iones hidroxilo (OH)", según los expertos en química. Los iones hidroxilo "reaccionan con el Fe para formar óxido de hierro (FeOH)", mejor conocido como herrumbre, la sustancia marrón y rojiza que se forma en las superficies y provoca la corrosión.
A veces, solucionar este problema puede ser muy costoso. Sin embargo, si se tienen los conocimientos necesarios se puede mejorar la situación de las superficies. Una de las principales alternativas está centrada en el uso del papel aluminio, el mejor e inesperado aliado.
A pesar de que es un material que principalmente se utiliza en la cocina, el papel de aluminio puede ser muy útil para eliminar la herrumbre. Lo único que deberás hacer es cortar cuadrados o tiras de papel de 10cm de lado, hacer pequeñas bolitas, humedecerlas en agua y frotarlas sobre el metal oxidado. Eso será suficiente para eliminar el óxido por completo.