Los ácaros son una de las plagas más fáciles de eliminar, pero difíciles de percibir. El tamaño nimio de estos microorganismos, que pertenecen a la familia de los arácnidos, genera reacciones alérgicas a una buena parte de la población que de hecho suele desconocerlos.
Estos insectos microscópicos se ubican en forma natural en todos los tejidos, pero principalmente hacen sus nidos en colchones y almohadas, tapicerías y alfombras. Para evitar que no generen problemas en tu hogar, hay que hacer una limpieza una buena como profunda con una periodicidad casi diaria.
Los expertos plantean que los ácaros son unos "artrópodos muy pequeños, tanto que son invisibles al ojo humano. Dependiendo de la especie su tamaño puede variar desde los 0,5 milímetros hasta los 0,2". Por lo general, viven en sitios donde hay polvo y no llega la luz.
Para eliminar esta plaga, lo primero que hay que hacer es ventilar a diario las estancias del hogar, aunque hay que enfocarse principalmente en los dormitorios. Para esto, deberías abrir puertas y ventanas durante 30 minutos por día, así correrá y se renovará el aire.
Al mismo tiempo, los colchones, sillones y almohadas son algunos de los hábitats más comunes de los ácaros, por lo que deberás airearlos con frecuencia. Como mínimo, debes dar vuelta el colchón una vez a la semana y airearlos una o dos veces al mes. Por otra parte, tienes que aspirarlos dos veces por año para conseguir eliminar las plagas de tu hogar.