Los ángeles pueden ser importantes protectores de nuestra alma e invocarlos puede ser una alternativa de devolver al Universo todo lo que nos brinda en nuestra vida cotidiana. Este tipo de llamado es una forma de generar energía para atraerlos y debe nacer de una necesidad interior. Esta convocatoria puede cambiar nuestra vida, visión del mundo, relaciones y aun la personalidad.
La invocación de un ángel hace que nuestra personalidad y alma se fundan en una unidad concentrada y única. Esto produce una energía magnética, dinámica y radiante, pero principalmente genera en nosotros una sensación de realidad y de entusiasmo por la vida única.
Debes saber que puedes invocar a tu ángel de la guarda cuando te sientes solo, angustiado o enfermo porque siempre te va a ayudar y escuchar. Además, pueden ayudar a alegrar y proteger a tus hijos, vencer sentimientos negativos, dejar de lado viejas estructuras e incluso en casos de peligro para que nos otorgue valor.
Para invocar a tu ángel de la guarda debes sentirlo desd elo más profundo de tu alma; cuando lo sientas, debes aferrarte a este sentimiento y, en momentos difíciles, recordarlo para no sentirte en soledad. Es importante que ante cada situación complicada, en la que sintamos que la vida nos pone a prueba, lo tengamos presente.
La invocación de los ángeles se realiza mediante la visualización, hay que tener en cuenta si el contacto es visible o si solamente sentimos su presencia, aunque requiere de varias sesiones invocatorias. El ángel guardián va a hablar a través de nuestra voz interior, guiará nuestros pasos, corregirá nuestras actitudes y sentimientos adversos.
El secreto está en la repetición y el seguimiento de una llamada permanente y diaria del ángel guardán. Esto va a crear la voluntad de consentrarnos en nuestra evolución y traerá a nuestro colaborador. En todo lo que llamamos deber, pena o prueba va a decir presente con el paso del tiempo.