El Feng Shui es un antiguo sistema filosófico chino de origen taoísta que está basada en la ocupación consciente y armónica de los espacios. El objetivo de esta rama de la cultura Oriental es conseguir que los objetos tengan una influencia positiva sobre las personas que lo habitan.
Según la cultura Oriental hay que seguir las prácticas de la disciplina para poder armonizar la energía en el entorno para promover la prosperidad y el bienestar. En ese sentido, la decoración del hogar influye en que mejore la suerte y se fomente la abundancia.
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Flujo de energía y despeje de espacios
Para aplicar el Feng Shui en tu hogar, lo primero que debes hacer es asegurarte que haya un flujo de energía positiva y que los espacios estén despejados. Debes eliminar el desorden y limpiar las áreas bloqueadas para permitir que la energía fluya de forma libre. El secreto está en evitar el exceso de muebles y accesorios; mantener los pasillos y las áreas de circulación despejados.
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Colores equilibrados
La decoración de interiores, según el Feng Shui, tiene que tener colores equilibrados que promuevan la calma y armonía. En ese sentido, se recomiendan los tonos suaves y neutros como los blancos, cremas, verdes y azules. La idea es evitar colores muy vibrantes o intensos en exceso porque pueden generar energía desequilibrada.
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Materiales naturales
El secreto del Feng Shui es utilizar materiales naturales en la decoración de interiores del hogar. La clave es fomentar una conexión entre el planeta Tierra, la naturaleza y el hogar. Puedes utilizar elementos como madera, piedra, bambú y mimbre en los muebles y accesorios.