Nuestro cabello no solo es un accesorio de nuestra imagen, sino también un indicador de nuestra salud. A menudo, los problemas capilares que enfrentamos no pueden resolverse únicamente con champús, sueros o cremas, ya que pueden ser síntomas de problemas de salud subyacentes. A continuación, analizaremos tres razones por las que puedes experimentar caída del cabello sin siquiera saberlo.
El cabello seco puede deberse a diversos factores, como el uso de champús que no permiten la producción suficiente de grasa en el cuero cabelludo para hidratar el cabello. Sin embargo, también puede ser el resultado de problemas médicos como el hipotiroidismo o el hipoparatiroidismo.
Además, tu dieta juega un papel importante en la apariencia de tu cabello. La falta de alimentos ricos en proteínas puede debilitar y quebrar el cabello, según explica la dietista Lola Biggs. El cabello dañado, con puntas abiertas y quebradizas, puede indicar deficiencias vitamínicas, como la falta de zinc, hierro, ácido fólico y antioxidantes.
Para suplementar estas vitaminas, Biggs recomienda consumir una variedad de frutos del bosque, los cuales también contribuyen a la absorción de hierro y colágeno. Además, el daño capilar puede ser causado por el estrés, el uso excesivo de herramientas de calor, como secadores de pelo, o vivir en un clima muy seco.
Si notas una disminución en la densidad capilar o áreas con menos cabello, es recomendable acudir a un especialista para evaluar tu caso específico. Estas situaciones pueden ser causadas tanto por problemas médicos, como la alopecia areata, como por causas genéticas. En algunos casos, una alimentación deficiente en nutrientes también puede ser responsable de la pérdida o debilitamiento del cabello.