El Palo Santo, conocido como la "madera sagrada", ha sido utilizado desde tiempos ancestrales para crear armonía y paz en diferentes entornos. Se cree que su humo tiene múltiples beneficios, como eliminar energías negativas y sanar estados emocionales. Culturas prehispánicas lo empleaban en rituales religiosos y espirituales para atraer buena suerte y purificar el entorno.
Los chamanes incas lo consideraban un talismán para alejar la negatividad. La mística del Palo Santo también radica en su proceso de obtención en armonía con la naturaleza, ya que se obtiene de árboles secos y muertos de forma natural, que desarrollan sus propiedades aromáticas durante años.
El aroma del Palo Santo, dulce y leñoso con toques de menta, eucalipto y limón, tiene propiedades calmantes y equilibrantes. Suele utilizarse en forma de incienso o sahumerio, encendiendo un trozo de madera seca y dejando que el humo se esparza en el ambiente. Para este ritual de atraer abundancia en la segunda mitad del año, se recomienda encender el Palo Santo durante 30 segundos y soplar suavemente para que el humo comience a salir.
Con el Palo Santo ahumando, se debe recorrer los diferentes espacios de la casa, desde la parte de atrás hacia el ingreso principal, así como la oficina o lugar de trabajo. En cada rincón, se detiene y se gira la madera en sentido de las agujas del reloj tres veces. Se abren los placares y cajones para permitir que el humo limpie y purifique esos espacios. Si el humo se apaga, se puede prender nuevamente el trozo de madera.
Al finalizar el ritual, se agradece diciendo "gracias, gracias, gracias" y se coloca el Palo Santo en un recipiente metálico detrás de la puerta de entrada hasta que se apague por completo. Es importante recordar que este ritual es simbólico y puede ayudar a crear un ambiente propicio para atraer la abundancia, pero no garantiza resultados concretos. La clave está en mantener una actitud positiva, estar abierto a las oportunidades y trabajar para alcanzar los objetivos deseados.