El cáncer de piel aumentó de forma considerable en los últimos años, según la Organización Mundial de la Salud (OMS). De acuerdo al mencionado organismo, los casos pasaron de ser 20 a 25 cada 100 mil habitantes desde el 2018 hasta la actualidad.
El cáncer de melanoma es un tipo de cáncer de piel que se produce en los melanocitos de la piel en la epidermis, la capa exterior de la misma. Este es el más peligroso de todos los tumores cutáneos porque se extiende hacia otros órganos con una facilidad mayor. Por lo tanto, si no se detecta temprano, la persona puede morir.
Lo que otorga el color, el pigmento a la piel es la melanina. Esta se presenta en la capa superior de la piel y allí es donde se produce el cáncer. Hay dos tipos de melanina: eumelanina y feomelanina. Si el órgano más extenso del organismo es dañado por los rayos UV, los melanocitos producen más más melanina y la eumelanina busca proteger la piel haciendo que se oscurezca o "broncee".
El melanoma (cáncer de piel más peligroso) se produce cuando el ADN se daña por el mencionado bronceado o quemado. Esto, entonces, se produce por la radiación ultravioleta. Por eso es tan peligroso tomar sol en exceso, porque desencadena cambios en los melanocitos, se produce un crecimiento descontrolado de las células y el cáncer como última consecuencia.
Según la Clínica Mayo, uno de los portales de salud y centros de investigación más importantes del mundo, estos son tres señales de tener un melanoma en la piel:
- Una gran mancha pardusca con motas más oscuras.
- Un lunar que cambia de color, tamaño o tacto o que sangra
- Una pequeña lesión con un borde irregular y porciones que aparecen de color rojo, rosa, blanco, azul o negro azulado.