El cabello es una de las partes del cuerpo que más puede hablar de la personalidad de las personas. No es lo mismo tener el pelo rizado que liso y mantenerlo como tal; no son pocas las personas que desean tener el estilo capilar opuesto al que les dio la naturaleza.
Más allá de ello, la ciencia se encargó de investigar si hay una ventaja entre tener uno u otro. La realidad es que los hallazgos sorprendieron a quienes investigaron, pero una vez encontrada la explicación fue menguando el asombro. Los investigadores descubrieron que el cabello reducen la radiación solar en el cuello cabelludo, mas los rizos brindan mejor protección contra el calor radiante del sol y minimiza la necesidad de sudar para mantenerse freco.
“Los humanos evolucionaron en África ecuatorial, donde el sol está sobre su cabeza durante gran parte del día, año tras año”, explicó Nina Jablonski, profesora de antropología de la Universidad Evan Pugh en los Estados Unidos. “Aquí, el cuero cabelludo y la parte superior de la cabeza reciben niveles mucho más constantes de radiación solar intensa en forma de calor", agregó.
Luego, la experta añadió: "Queríamos entender cómo eso afectaba la evolución de nuestro cabello. Descubrimos que el cabello muy rizado permitía a los humanos mantenerse frescos y, de hecho, conservar agua”.
Para realizar la investigación usaron un maniquí térmico, un modelo con forma humana que simula el calor corporal mediante energía eléctrica. A él le colocaron pelucas de cabello humano: una lacia y la otra rizada. Luego, lo programaron para que tenga una temperatura constante de 36°C, similar al promedio de la piel, y lo colocaron en un túnel de viento con clima controlado.
Para llegar a las mencionadas conclusiones, el equipo tomó medidas básicas de la pérdida de calor corporal al monitorear la cantidad requerida por el maniquí para mantener una temperatura constante. Después, encendieron una lámpara en la cabeza para imitar la radiación solar en cuatro tipos de cabello: ninguno, lacio, moderadamente rizado y llena de rizos. Las conclusiones fueron elocuentes. Mientras más rizada es el cabello, menos daño solar recibía.