Mantener una piel suave, hidratada y sin arrugas es un objetivo deseado por muchas personas. Para lograrlo, es fundamental cuidar la dermis y brindarle los nutrientes necesarios. Uno de los elementos clave es el colágeno, una proteína responsable de mantener unidas diversas estructuras del organismo. Con el paso del tiempo, la producción de colágeno disminuye, lo que puede afectar la elasticidad y firmeza de la piel, provocando la aparición de arrugas y manchas.
Los dermatólogos recomiendan tratamientos estéticos para aumentar el colágeno en la piel, pero también destacan la importancia de los remedios naturales basados en aceites naturales. Uno de ellos es el aceite de caléndula, el cual posee propiedades antiinflamatorias, antioxidantes y cicatrizantes. Esta flor contiene vitaminas y nutrientes que promueven la producción natural de colágeno y previenen el envejecimiento prematuro de la piel.
Para preparar el aceite de caléndula, se necesitan flores secas de caléndula, clavo de olor, agua, maicena, aceite esencial de menta, aceite de vitamina E y gel de aloe vera. Primero, se hierve la caléndula con el agua y se espera a que la infusión se enfríe. Luego, se agrega maicena y se cocina a fuego lento hasta obtener una consistencia cremosa. Después de colar la mezcla, se añade la menta, el aceite de vitamina E y el gel de aloe vera, se mezcla bien y se guarda en un frasco de vidrio en el refrigerador durante una semana.
El aceite de caléndula se aplica todas las noches sobre la piel limpia, masajeando suavemente hasta que se absorba. Al día siguiente, se lava la piel con agua tibia y se aplica protector solar. Este aceite contribuye a restaurar la piel y brindarle los nutrientes necesarios para mantenerla saludable.
Es importante destacar que cada persona es diferente y puede reaccionar de manera distinta a los productos naturales. Antes de usar cualquier remedio casero, se recomienda consultar con un dermatólogo para asegurarse de que sea adecuado para su tipo de piel y no cause reacciones adversas.