El árbol de Jade es una planta de interior popular debido a su belleza y significado simbólico. Cultivar uno en casa es fácil, incluso con pocos ingredientes. Esta planta de la familia de las suculentas se adapta bien a temperaturas cálidas y secas y requiere poco mantenimiento.
Una de las ventajas del árbol de Jade es que puede crecer en agua. Para cultivarlo en agua, simplemente necesitas un tallo con al menos dos hojas y una maceta con agua. Es importante asegurarse de no saturar la planta con demasiada agua, ya que esto puede causar pudrición del tallo. También debes ubicar el frasco en un lugar cálido sin luz solar directa.
Para hacer un esqueje de una planta de árbol de Jade existente, primero debes cortar un tallo de 10 cm y sanar el corte con aloe vera para evitar la pudrición. Luego, puedes colocar el tallo en una maceta con agua, rodearlo con piedras pequeñas y asegurarte de que esté firme antes de llenar el resto de la maceta con agua.
Es importante tener en cuenta que el árbol de Jade es una planta de crecimiento lento. Por lo tanto, es importante no fertilizarlo demasiado y regarlo solo cuando el sustrato esté completamente seco. La planta también debe mantenerse alejada de las corrientes de aire y las temperaturas extremas.
Otro aspecto importante a considerar es la ubicación de la planta. Según el Feng Shui, se debe colocar en la entrada de la casa para atraer la abundancia y la riqueza. También se puede colocar en una ventana que reciba luz indirecta. Sin embargo, se debe evitar la luz solar directa, ya que esto puede dañar las hojas de la planta.