La manicura francesa es uno de los diseños más populares y clásicos que existen en el mundo de la manicura. Es elegante, sofisticado y muy fácil de hacer en casa si se siguen los pasos adecuados. Si estás buscando una manicura que sea versátil y que puedas llevar en cualquier ocasión, te mostramos tres ideas para que puedas hacer en casa.
La manicura francesa tradicional es la más conocida y es la que se realiza con una línea blanca en la punta de la uña. Para hacerla en casa, necesitarás un kit de esmaltes especial para manicura francesa que incluya un tono nude y otro blanco. Después de preparar tus uñas, aplicas el color blanco en la punta, que puedes hacer con ayuda de unas pegatinas o plantillas especiales. Una vez que esté seco, cubre el resto de la uña con el tono nude.
Una variante de la manicura francesa tradicional es la que se realiza con tonos pastel. En lugar de utilizar el típico blanco, utiliza un tono pastel en la punta, como un rosa claro o un lila, y después aplica el tono nude. Esta opción es perfecta para primavera y verano y le dará a tus uñas un toque de color sin ser demasiado llamativo.
Otra opción es la manicura francesa inversa, que se realiza con una línea de color en la base de la uña en lugar de la punta. Para hacerla, aplica una capa de esmalte blanco y, una vez que esté seco, coloca una pegatina o cinta adhesiva en la base de la uña. Aplica el color que hayas elegido para la línea de la manicura francesa, como un rojo oscuro o un verde esmeralda, y retira la pegatina con cuidado antes de que el esmalte se seque.
Con estas tres ideas de manicura francesa, ya tienes suficiente inspiración para hacer en casa una manicura perfecta. Recuerda que para conseguir una buena manicura es importante preparar bien tus uñas, aplicar los esmaltes en capas finas y dejar secar bien cada capa antes de aplicar la siguiente.