La pérdida de memoria es uno de los efectos más comunes a medida que envejecemos, pero también puede ocurrir en edades más tempranas. De acuerdo con un estudio realizado por la Unidad de Nutrición Humana de la Universidad Rovira i Virgili, la falta de consumo de líquidos puede estar relacionada con este problema. Nuestro cuerpo está compuesto en un 70% de agua, y si sufrimos de deshidratación, esto puede afectar directamente en lo relacionado al Alzheimer.
El estudio también demostró que la deshidratación puede generar un deterioro cognitivo, especialmente en personas que sufren de obesidad o síndrome metabólico. Esto también puede replicarse en personas de la tercera edad, quienes pueden presentar problemas con el paso del tiempo si siguen dentro de un cuadro de deshidratación. Por lo tanto, beber suficiente agua es un hábito importante para evitar la pérdida de memoria.
Para comprobar su hipótesis, los científicos llevaron a cabo pruebas en dos grupos de personas. A uno de los grupos se le dio a beber entre 1 y 1.5 litros de agua, y se encontró que las personas que bebieron más agua obtuvieron mejores resultados en las pruebas neuropsicológicas en comparación con aquellos que bebieron menos agua. Esto demuestra que el consumo correcto y activo de agua puede combatir el Alzheimer en todas las personas.
Aunque es importante el hábito de beber agua, el estudio también ahonda en el consumo de otros tipos de bebidas nutritivas, como líquidos de origen vegetal. La cantidad adecuada de agua que debemos ingerir dependerá de factores como nuestro peso, edad y condición física.
Por lo tanto, la cantidad a ingerir puede ir desde 6 a 7 vasos de agua hasta 8 a 10 vasos en caso de realizar ejercicios físicos y mentales. Además, debemos complementar nuestra dieta con alimentos ricos en agua, como frutas y vegetales para combatir el Alzheimer.