El corte de cabello es muy importante para todas las personas, ya que además de permitir vernos muy bien, se dice que resalta la personalidad y también marca las etapas por las que pasamos. A menudo la moda marca el uso o desuso de diversos looks y en esta ocasión hablaremos de uno de los peinados que tuvo su auge en los 80 y que está volviendo.
Se trata del corte mullet, un estilo que juega con dos extensiones: más corto en la parte superior de la cabeza y los lados, y más largo en la parte de atrás. Además, admite distintos tipos de flequillo y su aspecto varía de acuerdo con cada persona.
Es preciso añadir que el corte mullet es conocido por su dualidad como “business in front, party in the back” (“negocios por delante, fiesta detrás”). Muchas veces tachado como el “peor corte del mundo”, también tiene sus seguidores. Hay que decir que debe su popularidad gracias al cantante David Bowie, quien lo adoptó en la piel de su álter ego Ziggie Stardust, allá por los años 70. Luego de gozar de una popularidad inusitada durante la década del ochenta, cayó en desgracia. Estos últimos años recobró su fuerza.
Algunos dicen que el corte mullet surgió a raíz de que los pescadores en el sur de los Estados Unidos, empezaron a llevar el pelo largo en la parte posterior para mantener el cuello abrigado y al reparo del sol. El nombre en inglés de la familia de esos peces es mullet, de ahí su nombre. Antes de que se denominara así, se describía como “corte de pelo con cabello de mayor longitud en la espalda”.
Hay que decir que este estilo sufrió un declive debido a la masificación que arrasó con el glamour que originalmente denostaba el mullet y lo transformó en algo chabacano. Actualmente es tomado como una bandera de la identidad individual, alzándose como un estilo que no se identifica con ningún género en particular y, a la vez, se identifica con todos.