El árbol de jade es una de las suculentas preferidas por los amantes de la jardinería. Sin lugar a dudas, este árbol oriundo de Mozambique es súper distinguido gracias a sus variadas cualidades decorativas y sus vistosos colores. Debido a su origen, esta planta longeva puede durar mucho tiempo si se le presta determinada atención.
Una de las claves es el abono que se les coloca porque le otorga los nutrientes específicos necesarios para tener un desarrollo óptimo. Esta suculenta en particular tiene dos abonos que podrían serle útiles; uno es el orgánico, mientras que el otro es el natural.
Los dos abonos le brindarán a la planta un abastecimiento de riqueza para el sustrato a largo plazo. Estos abonos para este tipo de plantas carnosas tienen una composición química natural que es más segura para las plantas que si se utilizaran determinados productos químicos.
Entre las propiedades más comunes está el humus de lombriz, desechos orgánicos y un preparado de lentejas y arroz. De esta forma, también se pueden incluir abonos químicos que son sustancias solubles en agua y que ya incluyen los macro y micronutrientes necesarios para la nutrición de la planta.
El objetivo de los abonos es que las plantas reciban un rápido aportes de nutrientes. Sin embargo, hay que tener cuidado y solo usar fertilizantes formulados específicamente para las los árboles de jade. Entre las opciones que existen en el mercado están el fertilizante universal, el fertilizante líquido y el clavo de fertilizante orgánico.