Una investigación realizada por la Universidad de Southampton, el King's College de Londres y el Instituto Nacional de Investigación en Salud y Cuidados, en el Reino Unido, ha descubierto que dar a los bebés cantidades muy pequeñas de mantequilla de maní suave durante el destete podría reducir significativamente la alergia a los cacahuetes. Según los científicos, hay una oportunidad crucial durante el destete para reducir los casos de alergia en un 77%. Los investigadores dicen que los padres deben empezar ofrenciéndole al bebé pequeñas cantidades de fruta o vegetales y luego, cuando el bebé se sienta cómodo, ofrecer cerca de tres cucharadas de té por semana de mantequilla de maní y mantener esta cantidad por años.
La alergia al maní afecta aproximadamente al 2% de la población en las naciones occidentales, y se estima que está aumentando su prevalencia. En Reino Unido, ha ido en aumento, y se estima que actualmente uno de cada 50 niños se ve afectado por este problema. Las alergias alimentarias se producen cuando nuestro sistema inmune confunde algo inofensivo y lo toma como una amenaza severa.
Según el estudio más reciente, publicado en la Revista de Alergia e Inmunología Clínica, demorar la introducción de alimentos que contienen maní hasta que el niño tenga un año solo disminuiría los casos de alergia en un 33%. Es decir, la introducción temprana de pequeñas cantidades de mantequilla de maní es fundamental para reducir la alergia a los cacahuetes. Para los bebés con eczema, que es un factor de riesgo para las alergias, los investigadores recomiendan empezar a los cuatro meses, si es que el bebé está listo.
Los expertos advierten que los frutos secos y los cacahuetes enteros o picados presentan un riesgo de asfixia y no deben administrarse a niños menores de cinco años. Por lo tanto, se recomienda incorporar maní picado o en mantequilla a partir de aproximadamente los seis meses. Se estima que un bebé está preparado para ingerir sus primeros alimentos sólidos si puede mantenerse sentado, y sostener firmemente su cabeza, coordina los ojos con las manos y la boca como para mirar la comida, tomarla y ponérsela en la boca, y traga comida, más que escupirla.
Graham Roberts, profesor de la Universidad de Southampton, dice que la recomendación durante décadas de evitar el maní ha generado lógicamente miedo en los padres. Sin embargo, dice que esta es una "intervención simple, de bajo costo y segura" que "brindaría enormes beneficios a las futuras generaciones". Los científicos también afirman que el gobierno británico debería cambiar su recomendación de no introducir sólidos hasta los seis meses, ya que esto podría tener un impacto significativo en la prevención de alergias alimentarias en el futuro.