El Feng Shui es una antigua práctica china que busca armonizar la energía de los espacios en los que vivimos y trabajamos. Según esta filosofía, al equilibrar las fuerzas energéticas del ambiente, se puede lograr un mayor bienestar, tranquilidad y felicidad. Por ello, si deseas armonizar tu hogar, aquí te dejamos tres consejos básicos del Feng Shui.
Elige los colores adecuados
La elección del color es fundamental para la armonía en el Feng Shui. Se recomienda utilizar tonos suaves y naturales en las paredes, como el beige, el blanco o el gris claro, ya que proporcionan una sensación de calma y equilibrio. Además, se puede aportar un toque de color en la decoración con objetos como cojines, alfombras o cuadros, utilizando tonalidades en función del propósito de la habitación.
Por ejemplo, para el dormitorio se recomienda el rosa, el lila o el azul claro, mientras que para la sala de estar se sugiere el verde o el amarillo. Esta elección resulta clave en el Feng Shui, ya que tanto las energías como los pensamientos se canalizan de acuerdo al color del entorno.
Mantén el orden y la limpieza
Una casa limpia y ordenada es esencial para mantener una buena energía. El desorden y la acumulación de objetos pueden bloquear el flujo de energía positiva, por lo que es importante deshacerse de todo lo que no se utiliza y mantener el orden en los espacios y la armonía. Además, se recomienda una buena ventilación para mantener el aire fresco y renovado.
Añade elementos naturales
La naturaleza es un elemento clave en el Feng Shui. Se aconseja la presencia de plantas, flores, fuentes de agua, piedras y otros elementos naturales en el hogar, ya que aportan vitalidad y armonía. Las plantas purifican el aire y aportan energía positiva, mientras que el agua simboliza la riqueza y la prosperidad. Las piedras, por su parte, son un símbolo de estabilidad y fuerza.