Las relaciones tóxicas poseen algunos patrones poco sanos que llevan un tiempo ocurriendo y que un poco más en las distancias puedes llegar a identificar. En ocasiones muy extremas, la pareja puede vivir situaciones que rozan los aspectos más macabros del ser humano, es por eso que para evitar que las situaciones pasen a mayores, un grupo de personalidades famosas revelan sus experiencias y aconsejan salir a tiempo.
La primera es Eileen Moreno, actriz colombiana cuyo talento se ha visto en “Escobar, el patrón del mal”, y contó que vivió uno de los casos más dolorosos de abuso y violencia de género en Colombia. En septiembre de 2018 hizo público un aterrador episodio de maltrato físico a manos de su expareja, el reconocido actor Alejandro García. Según cuenta la actriz, lo más doloroso no fueron los golpes, sino la violencia institucional que vivió en México, donde ocurrió la agresión: “El policía que atendió el caso me pregunta si estoy segura de denunciar porque decía que ‘luego se arrepienten’. Los paramédicos que me revisaron dijeron que son solo unos moretones. El policía me dijo que me podía llevar a un puesto de taxis para que me fuera al hospital que fuera. Siempre lo denuncié, pero no hicieron nada”, cuenta la actriz. Pese a esto, aseguró que aprendió muchas lecciones. “El amor a veces te ciega, sí, pero en una relación tóxica van apareciendo señales que uno debe aprender a advertir a tiempo antes de que sea tarde”.
Por otra parte, la actriz y cantante Laura Peñuela, también vivió un par de relaciones tóxicas, que por fortuna no llegaron a la agresión física. Según la artista, lo primero que se debe tener en cuenta es que una relación tóxica es aquella que “te hace dudar de ti mismo, que saca lo peor de ti, que te desestabiliza, que no te da paz, que no te deja conectar con el amor propio. Esos son signos de alarma que te deben llevar a cerrar una relación”, dice.
María Eugenia Penagos, una de las grandes actrices de la televisión colombiana asegura que gran parte de los fracasos en las parejas ocurre porque “se apresuran a la convivencia”. “Ese es un paso que se debe analizar con detenimiento. Y no debe estar solo motivado por el gusto físico o el enamoramiento, porque con el tiempo los sentimientos se transforman. Hay que tomarse el tiempo para revisar si esa otra persona te respeta, te ayuda a conseguir metas, te motiva, te complementa. Y hoy sucede que las parejas se saltan ese proceso o creen que la convivencia hará cambiar los defectos y eso nunca pasa”.
De acuerdo con la psicóloga Soledad Romero: “No es una relación que nos conviene si estamos con alguien a quien le molesta que pasemos tiempo con amigos y familiares. Si es de los que busca controlar nuestros gastos personales o se cree con el derecho de investigar tus redes sociales o tu celular. Por más pareja que sea, cada individuo tiene derecho a su privacidad”.
Por último, Valentina Trespalacios, contó el maltrato que sufrió: “Estoy viva gracias a Dios”. Tampoco es sano si permanentemente “muestra señales de menosprecio o te cohíbe de expresarte con libertad ante el temor de ser reprendida. Si la pareja se molesta en exceso cuando hay interacción con personas del sexo opuesto y manifiesta celos injustificados”.