El café es una de las bebidas más digeridas en todo el mundo. Un café por la mañana es un clásico que le permite iniciar su día a millones de personas e incluso tiene sus beneficios. Sin embargo, un grupo de científicos publicó una nueva investigación en la que priman las contras por sobre los pros.
Según dicho estudio, las personas que toman café o cualquier bebida caliente tienen más riesgos de ser diagnosticados con cáncer de esófago. El estudio no monitoreó los hábitos del desayuno de los involucrados, sino la predisposición genética para consumir dicha bebida.
La investigación utilizó la información genética de 580 mil ciudadanos del Reino Unido y de Finlandia. Con dicho material determinaron cuáles son las variables hereditarias que predisponen a las personas a beber más o menos café en su vida cotidiana. Esta metodología redujo las posibilidades de que los estudios estén "contaminados" por otra información.
Según la investigación, tener este tipo de cáncer es más 2,8 veces más probable para las personas que tienen un puntaje genético de consumo de café alto. Luego, las estadísticas del estudio se vuelven un poco más complicadas cuando aumenta la temperatura de las bebidas.
Por ejemplo, en quienes prefieren las comidas calientes se detectaron 5,5 veces más probabilidades; en tanto los que las toman caliente solo tienen 2,7 veces más de posibilidades de ser diagnosticados con cáncer de esófago. Para los expertos, las probabilidades también podrían explicarse por el daño estructural que las bebidas calientes provocan en las mucosas del esófago.