Es muy común que al colocar el maquillaje en los ojos las personas los cierren y abran la boca. De hecho, la ciencia demostró que es imposible no realizarlo. No importa si estás maquillándote las pestañas o pintándote los ojos, el gesto se repite por un claro motivo.
Según Zeeshan Ozair, un experto en neurociencia de la Universidad Rockefeller, los seres humanos tienen tres nervios en el rostro por los cuales se produce este gesto: motor ocular común, facial y trigémino. "El nervio trigémino controla el movimiento de los músculos de la masticación, que se abren y cierran la mandíbula. Los otros dos nervios, el nervio facial y el nervio motor ocular común, controlan el movimiento de los ojos y los párpados”, explicó el experto.
Según la ciencia, estos nervios están cerca del área cerebral y por eso esta acción se produce de forma involuntaria, sin que las personas sean conscientes de ello y “se desarrollen conexiones entre estos núcleos del tronco encefálico”, menciona el neurocientífico.
O sea, al aplicar el rímel y cualquier tipo de maquillaje, la acción física en la zona estimula la parte sensorial del nervio trigémino y eso hace que se proporcione una “información proporcional” para que se produzca como reacción el acto de abrir la boca.
Lo opuesto sucede a la inversa, no solemos cerrar los ojos al masticar porque “los reflejos en una dirección no se traducen en reflejos en la dirección opuesta”. Sin embargo, hay algunas veces que al abrir la boca los párpados también se levantan, por las conexiones cerebrales, según la ciencia.