El azúcar es uno de los ingredientes fundamentales en varia comidas y bebidas deliciosas que nos encanta consumir. Pero todo lo bueno siempre tiene un costado malo, hay que decir que su consumo excesivo puede ser una de las causas de la diabetes tipo 2, de enfermedades del corazón y de la obesidad, entre otras dolencias. La mayoría de los médicos y nutricionistas llaman permanentemente la atención sobre si ingesta responsable y por eso, es importante saber qué cambios experimenta el cuerpo cuando se deja de consumir.
Según el portal Mejorconsalud, las dietas altas en azúcar están directamente relacionadas con el un mayor riesgo de sufrir enfermedades cardíacas. Si evitamos el consumo de azúcares procesados, estaremos cuidando el corazón y controlando los niveles de triglicéridos, que es un tipo de grasa que almacena calorías adicionales de azúcar y disminuye los efectos del colesterol bueno.
También hay que destacar que es beneficioso a nivel estético, dado que el consumo permanente de azúcar es alto en calorías y no hace un aporte de vitaminas, de minerales, ni fibra, su efecto inmediato es la acumulación de grasa y el sobrepeso. La misma tiende a acumularse en primera medida en el área abdominal. De acuerdo con un estudio de la Sociedad Endocrina o Endocrine Society en ingkés, el consumo de este alimento provoca la acumulación de grasa en la cintura y el vientre y por eso moderar su ingesta producirá una reducción notable en la grasa de esa zona del cuerpo.
Según Mejorconsalud, unos de los efectos positivos más importantes al reducir el consumo de azúcares es la protección de la función cerebral, ya que existen estudios que han encontrado indicios de que los picos de azúcar en la sangre, pueden ser una de las causas de fallas de la memoria a nivel cerebral. Su consumo excesivo es la causa principal de la elevación de los niveles de azúcar en la sangre, lo cual puede causar este tipo de efectos.
Por último, de acuerdo con lo que expresa Mejorconsalud, el consumo de azúcar suprime la leptina, una hormona corporal que es la responsable de darnos sensación de saciedad después de comer. Cuando consumimos azúcar y la leptina se ve suprimida, sentimos entonces ese deseo insaciable de seguir comiendo, especialmente de sentir de nuevo el sabor del dulce. Al dejar de comer azúcar, el cuerpo regula el apetito de una manera mucho más adecuada y la sensación de saciedad se produce de forma más natural en el organismo.