El mal olor en los pies, Podobromhidrosis, según su nombre científico, es una situación con la que millones de personas se sienten identificadas y que no saben cómo hacer para remediarlas. Lo cierto es que hay una serie de hábitos que provocan esta pestilencia y la única forma de evitarlos es conociéndolos.
A pesar de que el pésimo olor de los pies no es una situación grave a nivel médico, se puede tratar de algo que le genere vergüenza a las personas que lo padecen. Sin embargo, si se evitan estos tres hábitos diarios posiblemente la Podobromhidrosis pueda evitarse.
La sudoración es una situación muy común. Los pies suelen desprender aproximadamente unas 250 mil glándulas sudoríparas en la zona. Esta acumulación de la humedad en los calcetines se utiliza para convertirse en el ambiente ideal para que se esparzan las bacterias, los microorganismos que provocan el mal olor. Esto es algo muy similar a lo que pasa con las axilas.
La existencia de hongos, mejor conocido como pie de atleta es algo muy habitual y puede afectar las uñas. "A los hongos les gusta crecer en zonas cálidas y húmedas, así que cuando tus pies sudan dentro de tus zapatos y calcetines, se crea el ambiente perfecto para los hongos", explicó Dra. dermatóloga Dendy Engelman.
Por último, el mal olor en los pies se puede producir por una infección. La queratólisis punctata es una que producen las bacterias y que consiste en la existencia de microorganismos en el medio de los dedos, lo que vuelve la piel más blanca y el mal olor aparece por la descomposición de los aceites de la piel.