La manzanilla es una planta que se utiliza sobre todo con fines medicinales y terapéuticos. Su nombre se debe a que su aroma recuerda al de una manzana y la variedad de usos que se puede dar a esta hierba la convierte en un remedio natural indispensable.
Ayuda a aliviar los dolores estomacales y mejora la digestión, es un calmante natural, ayuda a activar el sistema inmunológico, controla los efectos de la diabetes ya que mantiene los niveles de glicemia y Ayuda a mantener la piel sana. Si bien es una bebida segura para la mayoría de las personas. Sin embargo, existen algunas precauciones que se deben tener en cuenta:
- Embarazo y lactancia: Las mujeres embarazadas o en periodo de lactancia deben consultar con un médico antes de consumir té de manzanilla.
- Reacciones alérgicas: Las personas alérgicas a la familia de las margaritas, como las margaritas, las caléndulas o el crisantemo, pueden ser alérgicas al té de manzanilla.
- Interacciones con medicamentos: El té de manzanilla puede interactuar con algunos medicamentos, como los anticoagulantes y los medicamentos para la presión arterial. Consulte con su médico antes de consumir té de manzanilla si está tomando medicamentos.
La manzanilla también se usa en la elaboración de champús, para dar brillo al cabello, tintes naturales, para aclarar el color del pelo, y para minimizar las canas. Agregada al agua del baño, ayuda a la relajación y a descongestionar la piel.