La esponja de cocina desempeña un papel crucial en la limpieza de utensilios, pero si la tuya está desgastada o ya no cumple su función, en lugar de desecharla, podrías considerar una alternativa más ecológica y darle una segunda vida beneficiosamente en tu huerto urbano, aportando nutrientes a las plantas.
Es importante señalar que las esponjas hechas de plástico no son reciclables. No obstante, aquellas fabricadas con espuma o fibras naturales pueden convertirse en un aliado ideal para tu huerto. ¿Qué debemos hacer? Toma nota del siguiente paso a paso.
Lo primero que debes hacer es hervir en agua con un chorro de vinagre blanco, para poder quitar posibles bacterias o agentes patógenos. Este proceso hazlo por unos diez minutos, luego saca la preparación del fuego, deja enfriar y exprime el resto de agua que absorbió. Por último, corta en trozos pequeños la esponja y entierra cada uno al fondo de las macetas o suelo de las plantas.
sto servirá como un tipo de sustrato natural y se irá desintegrando de a poco. Se cree que este tipo de materiales puede ayudar a la absorción de nutrientes y retención de agua, gracias a las cualidades del tipo de fibras con las que se crean, por eso es importante que sean naturales y no de plástico.