Consumir agua durante las comidas podría tener repercusiones en tu digestión y bienestar, según la investigación científica. Si experimentas molestias estomacales o digestiones pesadas, la manera en que ingieres líquidos podría ser determinante.
Aunque el agua es fundamental para el organismo, los especialistas recomiendan abstenerse de beber durante las comidas. El estómago está diseñado para recibir alimentos, y la ingesta de agua en ese momento puede interferir con el proceso digestivo.
Durante la comida, los ácidos gástricos trabajan para descomponer los alimentos y facilitar la absorción de nutrientes. Beber agua diluye estos ácidos, dificultando su eficacia en la digestión, según la doctora Deborah D. Proctor.
La clave para una digestión óptima reside en comer primero y beber después. Esta secuencia permite que el cuerpo realice sus funciones de manera eficiente, asegurando la descomposición de los alimentos antes de introducir el agua en el proceso.
Adoptar la práctica de beber agua después de comer puede favorecer la digestión y contribuir a una mejor salud. Comprender la base científica de este hábito puede marcar la diferencia en el manejo de problemas estomacales y digestivos.