Siempre ocurren descuidos a la hora de planchar. Estamos alisando las prendas que permanecían arrugadas, nos distraemos por cuestión de segundos, el artefacto quedó sobre la ropa y el resultado es catastrófico: todo quemado. Ante esto, existe una manera de evitar que esto ocurra, con un ingrediente que tenemos en casa: el vinagre.
Este producto natural y económico tiene múltiples usos en el hogar, y la limpieza de este artefacto no es una excepción. Gracias a sus propiedades desinfectantes y descalcificadoras, es perfecto para eliminar los residuos de cal y suciedad que se acumulan en la suela de la plancha.
¿Cómo hacerlo? Antes de comenzar asegúrate de que la plancha esté desconectada y, además, necesitarás un paño suave, vinagre blanco y agua destilada, que deberás mezclar en partes iguales. Empapa el paño y frótalo suavemente sobre la base metálica, prestando atención en las partes más sucias.
Una vez que hayas limpiado todo, enjuágala con agua limpia para eliminar cualquier residuo de vinagre y seca la plancha con un paño limpio antes de guardarla.
También puedes mezclar limón con bicarbonato, ya que el componente ácido de ambos permitirá quitar lo quemado. Debes simplemente colocar el jugo con una pequeña cantidad bicarbonato hasta lograr una pasta. Luego lo frotas sobre la plancha fría y dejar actuar entre 7 y 10 minutos. Después lo retiras con un trapo húmedo.