A menudo se afirma que el estado de las manos de una persona habla mucho de su salud. Y es cierto, pues ciertas características en esas partes del cuerpo pueden ser síntomas de problemas en las mismas extremidades o dar pistas acerca de cuestiones más importantes, que puedan afectar también al resto del organismo.
Algunas personas advierten que la piel de las manos se les arruga de manera anormal, o sufren hinchazón, temblores o dolores. Para eso, existe una efectivo ingrediente: la miel, que contiene nutrientes que suavizan e hidratan a piel.
Debes mezclar la miel con un poco de azúcar y así podrás crear un exfoliante natural que eliminará las células muertas e hidratará la piel. Después, aplícate una fina capa de miel pura en las manos y déjala actuar entre 15 y 20 minutos antes de aclarar.
Para un mejor efecto es conveniente practicar este sencillo tratamiento por la noche, justo antes de acostarse, para que las manos no se ensucien y queden libres de impurezas.
Recuerda que los resultados pueden variar según la piel de cada persona, y es importante tener precaución si tienes piel sensible o cualquier afección cutánea. Si tienes dudas o problemas graves en la piel, es recomendable consultar a un dermatólogo antes de probar cualquier remedio casero.