Tener los dientes blancos se ha convertido en una necesidad no sólo estética, sino también psicológica. El primer paso para prevenir que se tornen amarillentos es una buena higiene. Algo tan básico como cepillarse puede ayudar a que mantenga su color, pero también existe otra solución eficiente para tener una sonrisa reluciente: el bicarbonato de sodio.
Eso si, debes tener en cuenta que el remedio casero que a continuación te presentamos no debe utilizarse con frecuencia, ya que, aunque es efectivo, su uso excesivo puede ser contraproducente. Para blanquear tus dientes con bicarbonato, necesitarás una pequeña cantidad de bicarbonato de sodio con tu pasta de dientes habitual en un tazón.
Debes mezclar estos ingredientes hasta obtener una pasta homogénea. Una vez que esté lista, aplícala sobre tus dientes con tu cepillo dental suavemente, como lo harías normalmente. Asegúrate de alcanzar todas las áreas de tus dientes y cepillar durante al menos dos minutos.
Después de aplicar esta pasta en todos tus dientes, déjala reposar durante un par de minutos y luego enjuágate abundantemente con agua para apreciar resultados inmediatos. Para obtener resultados visibles en una semana, repite este proceso una vez al día.
Ademá es importante cepillar tus dientes al menos dos veces al día, usar hilo dental y visitar a tu dentista regularmente para mantener una sonrisa saludable. Reduce el consumo de café, té, vino tinto y alimentos con colorantes fuertes, ya que pueden manchar tus dientes y contrarrestar tus esfuerzos de blanqueamiento.