El pan es un alimento tan primordial en muchas mesas que algunos son incapaces de probar bocado si no hay un pedazo que acompañe siempre los platos. Este alimento tiene, sin embargo, un problema logístico: para comerlo en su mejor estado hay que comprarlo todos los días y otra gran preguntas es cómo hacer para conservarlo en buen estado por más tiempo.
Ante esto, la regla número uno es que, hagas lo que hagas, jamás lo metas en la heladera ya que posee un efecto contrario y se pone mucho más duro. Es que los almidones de la miga se recristalizan, motivo por el cual provoca que el pan se ponga mucho mas duro y pierda su sabor.
Además, una vez que lo metas al refrigerador también perderá la humedad y se pondrá frío y seco. Otra de las razones por las que tampoco se recomienda colocar el pan en el congelador es porque suele absorber los olores de otros alimentos y esto se debe a que es mucho más poroso que el resto de los comestibles que tengas.
Recuerda que el pan no necesita de mucho para mantenerse en buen estado, ya que puede ser mucho más sencillo de mantenerlo fresco y guardarlo en un armario o cajón seco y oscuro. El congelador, por contra, detiene y ralentiza esa degradación, dándonos más margen de conservación.