Son muchas las causas que pueden hacer aparecer grietas en nuestros techos, como la humedad o el simple paso del tiempo. Estas afean el aspecto de nuestro hogar y, además, pueden generar problemas como filtraciones de agua.
Pero si se trata de simples grietas superficiales, podrás arreglarlas tú mismo, siguiendo estos pasos y utilizando un noble producto como la masilla, que reparará todo tipo de irregularidad en las superficies. Para paredes de yeso, lo ideal es la versión en polvo o aplicarla con una pistola de sellado.
Si son zonas golpeadas, deberías utilizar una masilla flexible para arreglar todo en solo 10 minutos. Por otra parte, para grietas escayoladas o fisuras, lo ideal es ir por vendas de escayola o masilla. En cambio; para fachadas o paredes exteriores lo mejor es usar masilla resistente a la humedad y cambios de temperatura.
Pasos para sellar grietas y goteras con masilla:
- Preparación: asegúrate de que la superficie esté limpia y seca. Usa alcohol isopropílico o un limpiador adecuado para eliminar la suciedad, el polvo y los residuos.
- Corta la boquilla: si estás usando un tubo de masilla, corta la boquilla en un ángulo de aproximadamente 45 grados para obtener un agujero de tamaño adecuado. No lo cortes demasiado grande.
- Aplicación de la masilla: aplica la masilla en la grieta o zona afectada de manera uniforme. Utiliza el cuchillo de masilla o la espátula para alisar la masilla y asegurarte de que esté bien adherida.
- Deja secar: sigue las instrucciones del producto para el tiempo de secado. La mayoría de las masillas secan en unas pocas horas, pero este tiempo puede variar.
- Inspección y retoque: una vez que la masilla esté seca, inspecciona la zona para asegurarte de que la reparación haya sido efectiva. Si es necesario, puedes aplicar una segunda capa de masilla.
En el caso de localizar grietas muy profundas, será necesario que contactes a especialistas para asegurar que no hay problemas en la estructura