Hoy es el día del café irlandés, uno de los favoritos de millones de personas en todo el mundo debido a que posee miles de recetas, aunque no todas son auténticas. Este tipo de bebida consiste en un buen café cargado, whisky de calidad y una importante cantidad de crema de leche.
Esta bebida se prepara con una combinación de ingredientes súper específica y es bastante nueva porque fue inventada en 1942. En aquel entonces, existían vuelos entre Irlanda y los Estados Unidos que tardaban más de 18 horas. En uno de esos vuelos, Joe Sheridan, el chef jefe de cocina del restaurante Port Foynes, estaba sirviendo café y se le ocurrió servirlo con whisky para animar a los presentes.
La bebida es súper fácil de preparar, pero hay que tener en cuenta que tiene muchas variantes y versiones. Primero hay que preparar los ingredientes, para esto hay que calentar el agua para luego verterlas en las copas donde se va a preparar el café con el objetivo de que estén calientes.
Después, hay que preparar un café bien cargado y echarle la medida del whisky en un cazo con azúcar y calentarlo hasta que esté súper cercano al hervor. Después, hay que remover bien para integrar el azúcar en la bebida irlandesa.
El paso siguiente es armar una especie de crema batida o nata montada (35% materia grasa) para la bebida. La nata debe estar en la nevera unas horas antes de montarla con el objetivo de que esté bien fría. Luego, para armar la crema hay que usar una batidora de varillas con la velocidad mínima.
Para ayudar a montar, se puede agregar un poquito de azúcar, pero es optativo. Debe estar montada, pero no en exceso. No deben quedar picos, muy pelosa y sin burbujas de aire visibles debido a que lo ideal es que quede una crema de leche casi como nata montada. Por último, hay que dejarla reservar antes de servir el café irlandés