La piel es una de las partes del cuerpo más cuidada de las personas y muchas de ellas suelen buscar algunos productos para exfoliar la dermis y reactivar la renovación celular, ya que existen ciertos factores que debemos tener en cuenta para no dañarla o irritarla.
La piel es necesaria se encuentra en un constante estado de renovación en el que, de forma natural, las células nuevas reemplazan las muertas. El proceso de exfoliación es necesario ya que, de esta manera, contribuimos a eliminar el exceso de células muertas que se van acumulando y obstruyen nuestros poros, impidiendo que la piel se oxigene y absorba los nutrientes correctamente.
Resulta beneficioso exfoliar la piel debido a que sacaremos las células muertas de nuestro rostro. Además, suaviza e iguala el tono del rostro exfoliado. Además, permite una correcta absorción de nutrientes. Sin embargo, a pesar de los numerosos beneficios que conlleva la exfoliación, utilizar productos caseros o abusar de la misma puede ser contraproducente y causar problemas cutáneos como acné, irritación o un exceso de sebo.
Pero algo que debes tener en cuenta es que los exfoliantes caseros pueden resultar demasiado agresivo para la piel ya que es imprescindible que tanto los ingredientes, como las proporciones sean establecidas por un experto en función de cada tipo de piel y sus necesidades específicas, de lo contrario pueden ocasionar:
- Daños en la piel: usar productos demasiado rugosos o con partículas irregulares pueden resultar agresivos para pieles sensibles y causar arañazos o irritaciones.
- Pérdida de luminosidad: aplicar exfoliantes con activos no recomendables para las necesidades de cada tipo de piel puede causar el efecto contrario al deseado y perder luminosidad y vitalidad.
- Desestabilizar el pH de la piel: utilizar determinados ingredientes puede provocar que los niveles de acidez de la piel se desestabilicen y, por tanto, su bienestar resulte dañado.
- Micro cortes en la epidermis: los exfoliantes caseros tienden a actuar de forma física que además de irritar la piel, las micropartículas que lo componen pueden causar cortes microscópicos sobre la epidermis dejándola más vulnerable y expuesta a agentes agresiones.