Las botellas de agua son muy útiles para saciarnos de la sed y mantenernos muy bien hidratados durante toda la jornada. Llevar una a donde sea que vayas es vital, en especial si te mueves de un lugar a otro caminando agitado o realizas actividad física constante. Es por ello que si tienes un envase fiel y útil, querrás mantenerlo limpio y libre de bacterias.
Muchas veces al reusar botellas beneficiamos al medioambiente. Sin embargo, cometemos el fallo de solo lavarlas superficialmente, sin realizar una limpieza previa, desconociendo que con el tiempo se acumulan bacterias y humedad en su interior. Uno de los métodos infalibles es el de lavar la botella con un cepillo largo, ya que esta es la alternativa más sencilla y eficaz para remover la suciedad adherida a las paredes del recipiente y las zonas de difícil acceso, bien sea un botellón o un bidón. Solo necesitas hacerte con cepillo para botellas del largo preciso y frotar el interior con agua caliente y jabón lavaplatos. Finalmente, dejarlo secar por completo boca abajo.
El arroz y el jabón neutro sirven tanto como para una botella de agua de plástico, así como para una de acero inoxidable o de aluminio, es importante hacerlo con regularidad. Y para ello, lavarlas con arroz es una buena opción si no tienes en casa un cepillo largo. Agrega un puñado de arroz, agua caliente y un poco de jabón líquido. Tapa la botella y agita con fuerza por un minuto para que el arroz haga las veces de un cepillo y remueva la suciedad adherida y las partículas secas a la superficie interior. Deja reposar por 10 minutos y luego, remueve los restos de jabón lavándolo con abundante agua y déjalo secar.
Ten mucho cuidado si piensas en emplear el bicarbonato de sodio. Dentro del termo o botella vierte agua tibia y agrega dos cucharadas de bicarbonato, agita con moderación para que se integren. Déjalo en remojo por 2 horas, finalmente enjuaga con agua y jabón neutro y deja secar sin tapa para evitar la aparición de humedad y mal olor.
En cuanto a las tapas de las botellas de agua, puedes lavarlas con un un chorrito de cloro y una cucharada de bicarbonato. Mézclalos con agua tibia en un recipiente y sumerge las tapas del botellón, botella o termo en él y deja que reposen durante 5 horas. Una vez pasado este tiempo, saca las tapas, frótalas con un estropajo humedecido en agua y jabón, aclara, deja secar y estarán impolutas nuevamente.