El verano está cada vez más cerca, es por ello que deberás hurgar en tu placard y desempolvar aquellos bikinis que tienes muy guardados. Al encontrarlos, notarás que no se encuentran a resguardo, es por ello que hoy aprenderás a cuidar al máximo tus bañadores, bikinis o trajes de baño.
Los tres aspectos en los que deberás trabajar y tener cuidado son: lavarlos a mano, con agua fría y jabón neutro. Aquí te explicamos, en una guía completísima, cómo lavar tu traje de baño favorito sin que pierda color, forma o elasticidad.
Primero es imprescindible lavar los trajes de baño antes de guardarlos. El cloro, el agua de sal, las cremas, aceites, la arena y el sol son algunos de los factores que dañan el tejido, de ahí la importancia de un lavado correcto, además de un secado más que óptimo. Para que todo quede en orden, te aconsejamos que laves tus prendas a mano, ya que esta es la mejor manera para lavar los bikinis y bañadores, pero si decides hacerlo en la lavadora, lo recomendable es meterlos por separado en bolsas de tela o red aptas para la lavadora. De esta manera no sufrirán daños. Un detalle importante, para que el color del tejido no pierda intensidad es mejor tenderlo del revés.
Los bikinis y bañadores que tengan nudos, que son muchos los modelos con este detalle, deben guardarse con los nudos deshechos para evitar que los tejidos de los pliegues se deterioren y que cojan malas formas que presenten dificultad a la hora de desatarlos cuando llgue el próximo verano.
Los trajes de baño blancos son muy delicados, y si los colocamos al lado de diseños de color, pueden coger otro tono y estropearse, por eso la mejor opción es guardarlos en una bolsa de plástico o de tela de forma independiente. Te aconsejamos que lo mejor será introducir cada traje de baño en una bolsa independiente para que no se amontonen.