El cáncer de pulmón es una enfermedad de gran importancia en la salud a nivel mundial porque se cree que es el tipo de cáncer que se presenta con mayor frecuencia en los humanos. Los diagnósticos son más habituales que los del cáncer de mama o colon y afecta a hombres y mujeres sin distinción de género.
Esta enfermedad es alarmante porque el cáncer de pulmón es la principal causa de muerte relacionada con el cáncer. Un factor de riesgo ampliamente conocido por toda la población es el hábito de fumar. Una de las principales problemáticas es que desafortunadamente en sus inicios del desarrollo de la enfermedad, no se distinguen síntomas específicos que alerten a las personas sobre complicaciones en sus pulmones derivadas de un proceso cancerígeno.
Por lo general, hay signos de alerta en las personas que pueden ser “clave” en el inicio del desarrollo del cáncer de pulmón y pueden promover que los pacientes hagan una visita al médico antes de que el daño se irreversible. Estos síntomas en el inicio temprano del cáncer de pulmón corresponden a: astenia, que se describe como cansancio crónico; disnea, que se caracteriza como una sensación de falta de aire y tos.
Por otra parte, se puede mencionar la hiporexia, que se refiere a la pérdida gradual del apetito y la consecuente pérdida de peso. Reconocer síntomas primarios son claves para detectar la enfermedad a tiempo y evitar consecuencias muy desafortunadas, sobre todo al verificar estos signos de alerta en personas que potencialmente tienen riesgo de padecer cáncer de pulmón debido a que están expuestos constantemente a factores de riesgo.
Según la Mayo Clinic, una de las principales entidades de salud a nivel mundial, se pueden disminuir los riesgos de desarrollar este tipo de cáncer de la siguiente manera:
- Evitar fumar, o en su defecto, dejar este hábito
- Evitar las sustancias cancerígenas en el trabajo
- Llevar una dieta con abundantes frutas y verduras
- Hacer ejercicio