Al adquirir un automóvil nos encontramos con un particular aroma en el que nos encontramos a gusto. Este olor, al que calificamos como “olor a nuevo”, suele disminuir con el paso del tiempo y rara vez vuelve a aparecer, e incluso es probable que el olor que desprenda el coche no sea para nada agradable.
Una de las causas de este malestar a nuestra nariz es producido por el aire acondicionado de nuestro vehículo, el cual puede llegar a desprender un tufillo desagradable. Esto se produce más que nada por el poco uso que le damos al aparato, pero todo tiene solución.
Para empezar, es importante revistar el filtro del aire acondicionado. Si allí se forman microorganismos por suciedad, tendremos que decidir si cambiamos este filtro por uno nuevo o si lo limpiamos con un producto específico, y allí es donde entra el bicarbonato de sodio como remedio casero.
Lo que debemos hacer es dejar el producto en el interior del auto durante toda la noche para que absorba la humedad y elimine estos microorganismos presentes en los conductos del aire. El bicarbonato de sodio tiene un efecto milagroso que atrapa cualquier olor y lo elimina. Cuando haya pasado un tiempo conveniente podrás retirarlo. Además del aire, también puedes aprovechar para esparcirlo por las zonas más propensas a impregnarse de mal olor, como las alfombrillas o la tapicería de los asientos, y dejarlo actuar durante unas horas, luego lo quitas con un aspirador.
Después de practicar con este remedio casero, te recomendamos la utilización de un ambientador para coches. De este modo no solo nos habremos deshecho de los malos olores, sino que podremos perfumar el interior del vehículo para conseguir que el habitáculo huela de una forma agradable. En cualquier caso, con el bicarbonato de sodio, si lo usamos en la cantidad y durante el tiempo debidos, conseguiremos neutralizar los malos olores por completo hasta recuperar el “olor a nuevo”.