Las infecciones de transmisión sexual (ITS) son bastante comúnes (a pesar de que muchas veces son tabú en las conversaciones) y pueden afectar tanto a hombres como mujeres. Por ejemplo, la gonorrea es causada por la bacteria Neisseria gonorrhoeae y la puede propagar cualquier tipo de actividad sexual.
La Gonorrea, según señala el portal especializado MedlinePlus, es un tipo de microorganismo que se reproduce en zonas corporales húmedas y cálidas, e incluso puede proliferar en los ojos. Si bien es una de las infecciones de transmisión sexual que se transmite durante el acto sexual vaginal, oral o anal, los bebés de madres infectadas también pueden contraerla durante la labor de parto.
Las consecuencias pueden ser desde dejar infértil al hombre o mujer hasta aumentar las probabilidades de contraer VIH. Al igual que otras ITS, la gonorrea se puede camuflar en el organismo, por lo que la persona afectada puede no presentar ninguna molestia, lo que incrementa el riesgo de transmisión.
Sin embargo, cuando sí existen síntomas de la gonorrea, estos afectan principalmente al tracto genital. En el caso de los hombres, es posible que no se produzcan síntomas alarmantes, pero quienes sí tienen el mencionado los tienen pueden presentar las siguientes señales:
- Dolor y ardor al orinar.
- Aumento de la frecuencia o urgencia urinaria.
- Secreción del pene (de color blanco, amarillo o verde).
- Abertura del pene (uretra) roja o inflamada.
- Testículos sensibles o inflamados.