El verano y el calor le exigen al cuerpo una mayor cantidad de agua, ya que la sudoración requiere la pérdida de sales y minerales, sin contar si hacemos deportes, donde la actividad física es un factor fundamental del descenso del líquido de nuestro organismo. Beber agua es esencial para la salud porque el 70% de nuestro cuerpo está constituido de esta y es necesario recargarla o reponerla para no deshidratarnos. Pero, si esto es así, ¿por qué el 75% de la población no ingiere lo suficiente y de forma habitual?
El agua es el componente principal del cuerpo, al tiempo que un nutriente esencial para el equilibrio del organismo y su correcto funcionamiento. Porque el cuerpo no tiene la capacidad de almacenarla, entonces es necesario su reposición diaria, ya que cada día perdemos aproximadamente 2 litros de agua a través del sudor, la transpiración, la orina y las heces. Por esto, la recomendación es beber 2 litros diarios para las mujeres y 2,5 litros para los hombres respectivamente. Y en el caso de los niños, la cantidad puede ser menor. De todos modos, vamos a informarte sobre la ingesta de agua en condiciones extraordinarias.
En la temporada estiva la pérdida de agua puede ser hasta de 3 litros. Las altas temperaturas aumentan la sudoración, especialmente si estamos en ambientes calurosos. Ahora bien, si pasamos el día bajo el aire acondicionado, la pérdida de líquidos será menor. También para las personas que tienen el deporte en su rutina, la recomendación es la misma ingesta: 3 litros. Lo ideal es reponer entre 700 ml y 1 litro de agua por cada hora de ejercicio realizado. Si haces más de 3 horas de actividad física se aconseja tomar bebidas con glucosa y electrolitos para restaurar la pérdida de minerales. En cambio, para los niños, todo depende de su edad. Por ejemplo, desde los 6 hasta 12 meses: entre 600 y 800 ml al día. Y así en forma progresiva según aumentan sus años.
Los expertos aconsejan beber agua regularmente, aunque no se tenga sed. Si notas sed, tu cuerpo ya ha perdido un 1% de líquido, por tanto no hay que esperar a tener esta sensación. En todos los casos, la recomendación es tomar unos 330 ml cada dos horas aproximadamente. Es importante beber el agua a pequeños sorbos, despacio y a una temperatura entre 10 y 15°C para favorecer su absorción. La principal fuente de absorción debería ser agua mineral aunque las infusiones, los zumos, los caldos y también la frutas y las verduras (alimentos muy ricos en agua) pueden ayudar a completar la ingesta diaria.
Es importante que tengas en cuenta los siguientes consejos para mantenerte hidratado, especialmente en verano. Bebe 1 o 2 vasos de agua a pequeños sorbos al levantarte para compensar la pérdida de líquidos durante la noche. Si sales de casa que sea con una botella de agua mineral. También, evita comidas con exceso de grasas, azúcares o sal y, en cambio, amenta el consumo de frutas y verduras, que son ricas en agua. Acompaña la comida de uno o dos vasos de agua mineral natural y bébela a pequeños sorbos para facilitar la digestión y la absorción de nutrientes. Si realizas un trabajo físico, aumenta las proporciones. Protégete del sol y antes de acostarte bebe un vaso de agua que ayudará a tus riñones a eliminar las toxinas. Ten siempre contigo una botella de agua, es muy importante tomar conciencia sobre el beberla diariamente.