A la hora de cocinar tartas o carnes, el horno de la cocina es uno de los electrodomésticos del hogar que más utilizamos. Pero hay que saber usarlo, ya que en algunas ocasiones las rejillas del horno quedan manchadas o las paredes llenas de grasa y limpiarlo se puede convertir en una tarea difícil. Para acabar con el problema no hay nada mejor que los trucos caseros.
Estos ingredientes que son muy comunes en la cocina o despensa forman parte de un gran método de nos permitirá que los alimentos no alteren su sabor ni causar daños a la salud por el humo que se puede producir por la grasa acumulada y que se quema.
El primero de ellos es uno que curiosamente también sirve para cocinar, por lo que de hornos se trata es ideal. Estamos hablando de la sal que uno de los métodos de limpieza más sencillo y que en 5 simples pasos logrará tu objetivo final:
- Saca las bandejas del horno.
- Vierte 1/2 litro de agua y 250 gr de sal en un bol.
- Esparcir la mezcla por todo el horno y dejar que actúe entre 15 y 20 minutos. Prestar especial atención en posibles manchas o salpicaduras.
- Enjuagar con una bayeta húmeda.
- Si aún quedan feos olores, diluir 250 g de sal en ½ litro de vinagre y colócalo en un spray. Rocía y deja unos minutos actuar. Luego retirar los restos con una esponja húmeda.
El segundo pero no menos importante es el limón, un producto muy noble que promete eliminar cualquier mal olor que quede en tu horno. Para utilizar este método te conviene dejar las bandejas adentro:
- Exprimir el zumo de dos limones y vertirlos en un recipiente apto para el horno.
- Añadir 1/3 de agua.
- Mete el recipiente en el horno y enciéndelo a 120 °C durante media hora. También puedes ingresar las cáscaras de los limones.
- Cuando pase ese tiempo, espera un poco a que el horno no esté demasiado caliente y retira el bol.
- Pasa las paredes con un paño. Si hay manchas difíciles, puedes utilizar una espátula de plástico para quitarlas.