A diferencia de la leishmaniosis, una enfermedad transmitida por un tipo de mosquito, el gusano Dirofilaria immitis (causante de la filariosis canina) puede ser inficionado por cualquier mosquito hematófago (es decir, chupador de sangre). En esta enfermedad parasitaria, el gusano se queda en el corazón y vasos pulmonares de los perros, causando dificultades que pueden ser mortales. Te contamos qué es exactamente es con ayuda de los expertos de Centro Veterinario Lisboa.
La enfermedad del Gusano del Corazón es causada por un parásito que, en su forma adulta, se alberga en las arterias pulmonares y el ventrículo derecho del órgano cardíaco, produciendo una infección cardiorrespiratoria a los perros que la padecen, que puede causarles su muerte.
La transmisión se produce por la picadura de mosquitos del género Culex, Aedes o Anopheles, que llevan las larvas infectantes del parásito. Durante los primeros seis meses en la incubación del parásito, el perro no suele presentar síntomas porque en esta fase las larvas se mueven por el organismo del hospedador sin producir cambios. Este es el momento en el que se asientan en las arterias pulmonares y producen tos, dificultad respiratoria e intolerancia al ejercicio. Su acción se produce al amanecer y anochecer en los meses que hay entre Marzo y Octubre.
La insuficiencia cardiaca congestiva se produce por la presencia del parásito en las arterias pulmonares que provoca una gran inflamación en las mismas, junto con la liberación de las fracciones de los parásitos que quedan muertos y ocasionan la tromboembolismos, causando hipertensión pulmonar.
Así, el animal infectado comienza a perder peso de forma progresiva, presentando dificultad respiratoria demarcada y un cúmulo de líquido en el abdomen (ascitis), shock, fallo hepático, hemoglobinemia (hemoglobina libre en sangre) y hemoglobinuria (hemoglobina en orina) y lo peor, el trágico final del deceso súbito del perro.