Si deseamos brindar elegancia y sofisticación a un ambiente, muchas veces se piensa en las alfombras. Estos paños de distintas telas y texturas le añaden un toque especial al diseño de cualquier hogar, sin embargo, suelen ensuciarse demasiado rápido, por lo que no son prácticas a la hora del mantenimiento.
A la hora de pensar en el mantenimiento de una alfombra, son recurrentes los productos de limpieza eficientes que se encuentran en gran cantidad en las tiendas especializadas. Podemos tener problemas de polvo, malos olores, ácaros y arañas o simplemente con las clásicas manchas.
También existen métodos más caseros que para la limpieza de una alfombra. El más común es usar agua y jabón, pero si lo hacemos de acuerdo a la técnica de tallado, esto puede ocasionar problemas para muchas personas como son las lesiones en la espalda y caderas, o también quizá genere mucho cansancio. Por ello, a la hora de asear una alfombra te proponemos algunos remedios caseros que pueden ser de gran utilidad.
Sólo se necesitarán algunos ingredientes que dejarán la alfombra como nueva. Ellos son: una taza de vinagre, una taza de agua, un cuarto de taza de alcohol isopropílico. Una vez que cuentes con todos los elementos, lo primero que hay que hacer es añadirlos en una botella atomizadora y mezclarlos. Luego, deberás aspirar la alfombra y echar la mezcla cubriendo la totalidad del paño, en especial sobre las manchas. Por último, tendrás que tallar con la ayuda de una escoba, para finalmente aplicar agua en forma de rocío para poder enjuagar.
De esta manera, habrás limpiado e higienizado tu alfombra en tiempo récord con ayuda de esta mezcla con vinagre ideal para quitar la suciedad en minutos. Como complemento, se recomienda lavar las alfombras en profundidad por los menos cada tres semanas para mantener una alfombra limpia. De esta manera te asegurarás que no se generen hongos, aromas desagradables y bacterias que pueden dañar tu salud.