El colibrí es un ave pequeña apodiforme, que llama la atención por el color del plumaje de color verde-gris con manchas azules, pero sobre todo por la forma de aleteo, que se percibe como un movimiento casi imperceptible. Además, posee un tipo de pico particular, de forma curvada y relativamente larga.
Seguramente, alguna vez te ha pasado de ver a un colibrí posado frente a una flor, y esto ha despertado admiración y algunas incógnitas, o también puede que te hayas sentido con ganas de acercarte así poder ver más de cerca a esta ave que tanto llama la atención. Estas pequeñas aves encierran muchos significados, ya que en distintas culturas representan algo más.
Por ejemplo, en la cultura Azteca, consideraban a estas aves como mensajeros de los dioses y antepasados, mientras que en otras civilizaciones eran vistos como portadores de alegría, suerte o hasta incluso, sanadores. Del mismo modo, se cree que esta ave es un símbolo de purificación, que en las épocas antiguas estaba estrechamente ligado a Quetzalcóatl, el Sol Naciente.
También suele guardar otros sentidos, de acuerdo a la tradición. Se lo toma como un símbolo de resistencia y perseverancia en la búsqueda de los sueños, pues estos pájaros pueden viajan hasta 3 mil kilómetros para llegar a su destino. Por otra parte, si encuentras una de estas aves en tu casa y se acerca a ti, quiere decir que eres una persona llena de energía. Por ello tienes disfrutar cada momento de tu vida, y enfrentando cada reto con actitud positiva para triunfar.
También suele atribuírsele un significado de renovación, ya que transporta un mensaje de júbilo y esperanza que inspira a aquellos que lo necesitan. Uno de los significados más extendidos es el que indica la visita de un ser querido cuando estas aves visitan tu hogar. Si tienes alguna persona cercana que haya fallecido hace poco tiempo y un colibrí logra aparecer en tu hogar, querrá decir el alma de este allegado quiere conectarse contigo.