El Día Internacional de Sensibilización sobre el Albinismo fue instaurado por la Asamble General de las Naciones Unidas (ONU) para concientizar a las personas acerca de las dificultades que presenta este trastorno, entre ellas sobre tres problemas de salud en particular: de visión, de piel y sociales.
El albinismo es una condición genética, hereditaria, de transmisión autosómico recesivo, que se caracteriza por la ausencia parcial o total de pigmentación (es decir del color de la piel, cabello y ojos), debido a la falta o la disminución de la melanina.
Los problemas de salud que pueden presentar las personas con albinismo, básicamente son tres: problemas de visión, como consecuencia de un desarrollo anormal de los ojos por falta de pigmento melanina. Así, este tipo de personas pueden sufrir de nistagmo, estrabismo, fotofobia, error refractivo (miopía o hipermetropía), hipoplasia macular y/o en ocasiones desviación del nervio óptico. Para proteger la vista, los especialistas les recomiendan usar dos tipos de anteojos, unos para interiores y otros para exteriores.
Los problemas en la piel también son muy comunes en personas con albinismo. Una constante son principalmente las quemaduras por exposición al sol. Si éstas se vuelven frecuentes, incluso pueden evolucionar en algún tipo de cáncer de piel más adelante. De hecho, estas personas son más propensas a padecerlo. Para protegerse de los rayos del sol, se les recomienda usar ropa adecuada y protector solar durante toda la vida.
El otro de los inconvenientes que afrontan afecta la salud mental. Hay sociedades en las que aún hoy las personas con albinismo no están bien vistas, sufren discriminación y violencia. En países africanos incluso la situación es aún más delicada debido a que se las relaciona con cuestiones mágicas. Según organizaciones internacionales, cientos de personas que padecen albinismo en 25 países de África han sido atacadas, mutiladas y hasta asesinadas.